miércoles, 27 de agosto de 2008

Entrevista a Doctor José Justo Marano- Uno de los primeros medicos de Mar de Ajó


¿En qué año llegó?
Yo llegue a pescar en Abril de 1952 a Mar del Tuyu, estaba en un hostería de Crespo con mi hermano, en eso viene Reguera y contó que tenía que ir a Dolores a buscar un medico para Mar de Ajó y mi hermano me señalaba, entonces me agarró me subió al jeep y me llevó a Mar de Ajó porque yo era medico.
Empecé a atender en la farmacia de Birreci y dormía en el hotel EL Descanso. El primer caso que tuve, nunca le lo voy a olvidar, viene una señora diciendo que tenía un hijo enfermo, yo le dije que no se preocupe que se lo voy a curar y cuando lo trae, lo reviso y claro el chico era mongólico. La siento a la señora y le digo que su hijo tiene una enfermedad incurable, son chicos buenos que necesitan mucho cariño. El segundo que viene era un enfermo de lupus que tampoco se cura.
Había momentos en que atendía 4 o 5 partos por día, jamás hice una cesárea, jamás.
Un día me llaman de la estancia Duhou, porque la señora se había lastimado cerca del cuello, fui a verla y la señora me pregunta si tenía movilidad, yo le dije que recién llegaba y que aun no tenía nada. Me dice que no me preocupara que ella me fuera a mandar movilidad en seguida. ¿Qué me trajeron? Un caballo.
Al poco tiempo me llama la señora de Duhau diciéndome que me iba a mandar algo mejor, y me envía un jeep que la gente lo llamaba “la vaca”, por el color. Estaba todo destartalado pero andaba.
Me llamaban de todos lados, me iba hasta San Clemente a atender y todo esto lo hacía por la playa porque no había caminos en ese entonces.

¿Qué centros de atención había?
Yo. Había también una sala de primeros auxilios de la que fui Director, después el hospital, o sea que estaba el Dr. Masías y nadie más.

¿Cuáles eran los casos más comunes que había?
Más que nada los problemas de bronquios, asma y las mujeres con cistitis. Pero hay que tener en cuenta una cosa siempre, hacele caso al enfermo, a lo que te dice el enfermo.

¿Con que material contaban en ese momento para la atención?
No había mucho, para operar directamente los mandábamos a Madariaga o Dolores. Después había una buena partera en La Lucila.
Uno a veces piensa si valió la pena, y vas por la calle y escuchas, chau doctorcito, chau viejo, y decir, si que valió la pena.

¿Aparte de las cirugías, que otras limitaciones tenían?
De todo.

1 comentario:

Leandro Balducci dijo...

Felicitaciones por esta nota!!! La verdad que el Dr. es una de las personas que se merecen un homenaje en vida por toda su trayectoria en La Costa. También es importante destacar la colaboración de este blog con todo lo que tiene que ver con la identidad local. Saludos